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La recta final de las elecciones en Extremadura ha quedado marcada por el cierre de campaña en Villanueva de la Serena, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha arropado por cuarta vez a su candidato, Miguel Ángel Gallardo. En un mitin cargado de simbolismo, Sánchez ha defendido por primera vez la figura de Gallardo frente a la presión judicial, calificándolo como una víctima de "bulos" y "zancadillas" tras su llegada al liderazgo regional. Defensa frente a la justicia y perfil personal Sánchez ha sido tajante al respaldar la integridad de Gallardo ante su imputación por la contratación de David Sánchez en la Diputación de Badajoz.

"Han intentado que perdiera la calma y no lo han conseguido", proclamó el líder del Ejecutivo entre aplausos, asegurando que su candidato será el sucesor de figuras históricas como Rodríguez Ibarra o Guillermo Fernández Vara. Por su parte, Gallardo ha reiterado que se enfrenta a una "denuncia falsa" y confía en que la Justicia "va a demostrar" su inocencia. El candidato socialista aprovechó el escenario de su ciudad natal, donde fue alcalde durante dos décadas, para reivindicar sus orígenes humildes como hijo de un jornalero "que trabajó como un mulo". Subrayó que, gracias a las políticas de Sánchez, la pensión de su familia ha subido de los 800 euros a los "mil ciento y pico", poniendo en valor el "ascensor social" frente a los intereses de los "señoritos".

Sánchez defiende en el cierre de la campaña en Extremadura que el candidato del PSOE, imputado por la contratación de su hermano, es víctima de "bulos" y "zancadillas":

#Sánchez #MiguelÁngelGallardo #PSOE

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